Fuentes termales y minerales en torno a la carretera austral, Regiones X-XI, Chile
Abstract
RESUMEN. Durante los trabajos de construccion de la Carretera Longitudinal Austral, a partir de 1982, se registraron 25 fuentes termales (24 propiamente termales y una mineral), en las Regiones X y XI. Cinco de ellas poseen instalaciones para aprovechamiento como balneario termal (Llancahue, El Amarillo, Puerto Bonito, Puyuhuapi y Ouitralco). Los analisis quimicos indican que la mayoria de las aguas termales son cloruradas y/o sulfuradas y sodicas. Son predominantemente neutras y afloran a temperaturas entre 23° y 84°C, lo que permite calificarlas de hipertermales. Los regimenes de descarga son, generalmente, continuos, con leves oscilaciones atribuibles a precipitaciones pluviales y/o accion de mareas. La mayoria de las fuentes guarda una estrecha relacion espacial con las zonas de falla Liquine-Ofqui y Vanteles-Melimoyu. Estas constituyen vias de infiltracion para las aguas meteoricas; su posterior calentamiento en profundidad, debido al elevado gradiente geotermico local, favorecio su ascenso convectivo, portando elementos minerales extraidos por lixiviacion, a partir de los granitoides del Batolito Norpatagonico. ABSTRACT. Twenty-five hot springs (24 thermal and 1 mineral water occurrences) were identified and studied in Regiones X and XI, during the construction of the Carretera Longitudinal Austral (Southern Longitudinal Road), in the past seven years. Five of them have some kind of development as bathing resorts (Llancahue, El Amarillo, Puerto Bonito, Puyuhuapi and Ouitralco). Hydrochemical analyses indicate that nearly all the waters are neutral, and rich in chloride, sulfate and sodium. They reach the surface at temperatures between 23° and 84°C. Water flux is continuous, with slight fluctuations related to rains andlor tidal influences. Most of the springs are closely related to the Liquine-Ofqui and Vanteles-Melimoyu fault zones. These faults seem to control the inflow of meteoric waters; their subsequent heating at depth in a high geothermal gradient environment favours their convective rising, carrying dissolved minerals leached from the granitoids of the North-Patagonian Batholith.